jueves, enero 18, 2007


ACCIÓN, SUSPENSO Y TERROR EN UNA SOLA NOCHE

Pues aquí para contarles que sigo en el mismo trance de aprender a manejar.

He optado por salirme alrededor de las 10pm a conducir, ya que en mi colonia las calles están semidesiertas y eso elimina el factor nervios del aprendizaje.

El martes pasado, andaba circulando por las calles nocturnas en compañía de mi novia y se me ocurrió orillarme al lado de un parquecito solitario en donde hay un café que vende los mejores raspados de frutas.

Estaba al interior del auto comiendome mi raspado de mango y descansando de la tensión de estar en el intento de conducir como se debe y no como chofer de micro, cuando pasó muy despacio a mi lado un Altima color dorado, con un fresa "wannabe" (ya saben, saco de lana, camisa desabotonada blanca, peinado de gel al estilo cola de pato, rolex dorado grande y pirata), que sin más, rodeó el parquecito.

Yo seguí con mi raspado, pero mi novia se puso a observar el carro y al cabo de unos minutos me dijo "este se trae algo"...

Yo seguí con mi raspado pero en ese momento noté que el tipo volvía a darle la vuelta al parque, y luego otra y luego otra, a muy baja velocidad.

La verdad es que si me comencé a sentir nervioso, sobre todo cuando del otro lado del parque apareció un taxi pirata, en ese instante el tipo del Altima hizo rechinar las llantas y salió disparado al encuentro del taxi, los dos conductores se bajaron y conversaron un tiempo.

"Nos van a robar" decía mi novia, yo más bien pensaba que era un trato entre narco menudistas, ambos se subieron a sus respectivos autos y se fueron por otra avenida, pero al cabo de unos minutos aparecieron nuevamente en el parque, esta vez a mayor velocidad.

"Vámonos" dijo mi novia y yo arranqué el auto, cual sería mi susto que lo hice en un santiamén y sin que se me apagara (aunque si se me jaló un poco), me metí por una calle en la que no había circulado y cuando salí a la avenida ¡MAMIIIIIIIII! dos tráilers circulando lentamente...

Pero como el miedo puede más que nada, me aventé a seguirlos, para huir de los sospechosos del parque...

Como pude regresé al transito tranquilo de mi colonia y me dirigí a casa, nos volvimos a topar con los sospechosos, que ya salían de la colonia, no se de que se trataría su asunto, pero definitivamente, no era nada bueno...

Que chistoso que una salida a practicar mi conducción haya resultado más infartante que cualquier agarrón entre los appo (que ya me han tocado).

Supongo que uno saca callos en el corazón, y así tiene atole en las venas para unas cosas, y corazón de pollo para otras.

Saludos y hasta la próxima