Hoy mientras me dirigía a comer vi a dos chicos caminando hacia mi, de estos que son una mezcla de Saúl Hernández después de una cruda y Marilyn Manson maquillado con "Angel Face".
Uno de ellos se agachaba y apuntaba de una manera medio rara....
Cuando nuestras trayectorias se cruzaron, alcancé a escuchar que le decía a su compañero:
Nel carnal, es que en los conciertos se pasan... las morras no ven nada.
Y me di cuenta de esa verdad universal. Los auditorios al menos en México están diseñados de una manera tal que las mujeres casi nunca disfrutan del concierto.
Me ha tocado asistir a varios donde ellas siempre estan luchando contra los tipos de un metro y ochenta que les tocaron enfrente, y que se la pasan brincando todo el concierto.
Algunas se suben a las sillas, las que tienen suerte y tienen novio jugador de fubol americano se suben en sus hombros... pero por pocos minutos.
¿Les ha tocado el desgraciado de la linterna que trae el chaleco amarillo que dice "seguridad"?, el que sin tocarse el corazón te arroja la luz a la cara y con el tono más nacón del mundo te dice:
Ire señorita bájese de la silla por favor, o me veré en la necesidad de sacarla del foro
¿Sacarla del foro? ¡Como se atreven! con lo que cobran y amenazar con sacar a alguien.
Bueno, no nos desviemos del tema, el caso es que si, estos chicos tenían la boca repleta de razón, en un concierto las chicas no ven nada. No hay sillas adecuadas, los escenarios quedan lejos, la ley del karma siempre parece poner tipos altos en la fila de enfrente... En fin, es todo un problema.
La próxima vez que vaya a un concierto me fijaré quién está detrás... quizas pueda cambiar mi lugar con la chica de la fila posterior a la que no dejo ver.
Saludos y Hasta la Próxima!



