La mayoría cuando somos niños queremos ser bomberos, policías, doctores, enfermeras, maestras, soldados...
Yo quería ser como mi papá y aprender el negocio de los ferrocarriles....
Cuando tenía como 11 años cayó en mis manos un libro que mi papá tenía en su librero... lo tomé porque estaba aburrido y quería leer "monitos".
Sin saberlo estaba tomando el libro "Cómo suicidarse sin maestro" de Eduardo del Rio, mejor conocido como Rius.
Entre bromas, ironías, y todo lo ácido e incisivo que el maestro Rius imprime a sus libros aprendí las teorías malthusianas, sobre keynes, la fórmula de la Coca Cola, los maleficios del cigarro, entre otras cosas...
Ese primer libro me enganchó, después siguieron otros en el librero de mi papá "Cuba para principiantes" "El amor en los tiempos del Sida" "ABChé" "Diccionario de la estupidez humana"...
La vocación de Ruis para enseñar, criticar, analizar, debatir y reflexionar a través de sus libros y la forma en que dedica sus contenidos para gente de todos niveles culturales, educativos y económicos fueron en gran medida lo que me hicieron nacer la semillita del periodismo.
Si yo pudiera ser como Rius... transmitir, ayudar a la gente a comprender... y hacer que se diviertan en el proceso... eso sería para mí la quintaesencia de la vida.
Hoy, me mandaron, sin aviso previo, sin conocimiento de causa al Holliday Inn de Tlalpan (si, yo tampoco sabía que había uno en Tlalpan). La misión era la de ¡entrevistar al maestro Rius!
Me emocioné como niño... mi gurú, mi iniciador en el periodismo, mi referente, mi marca, mi aspiración... iba a entrevistar al hombre que quizás despues de José Guadalupe Posada sea el mayor caricaturista que México ha tenido!!!!
Nos citó en el lobby del hotel, ahí, cómodamente instalados en un par de sillones nos dispusimos a la charla.
Hombre de ojos azul profundo, sonrisa amable y trato sencillo. Me dió la mano y me invitó a sentarme en el sillón.
Ahi estaba el padre de Calzontzin, de Chon Prieto, de Lucas, de Don Perpetuo, y el creador de San Garabato de los Palotes.
La charla se centró sobre su nuevo libro "¿Jesucristo sería católico?" polémico como siempre, transgresor, pero en el fondo reflexivo.
¿Jesús era Católico? le pregunto.
Claro que no... ni siquiera era cristiano...
Así comenzó una de las experiencias más gratas de mi vida, sentarme en el lobby de un hotel a platicar con ese hombre del que he leído prácticamente todos sus libros.
Hablamos sobre lo que es ser periodista, sobre su obra, sobre la caricatura, la iglesia, la imposibilidad de la educación universal en América Latina.
Y aunque no quería que esa charla terminara, hay que saber cuando la admiración se transforma en incomodidad y cuando una entrevista periodística se convierte en deseo personal de conocer más del ídolo.
Al final concluímos la entrevista, nos despedimos de mano.
Maestro, le dije: sería mucho pedirle ya no como el periodista, sino como su seguidor un autógrafo?
Por supuesto que si, me dijo.
Y mi autógrafo, tal cual me lo dió se los comparto en este post, es la imagen que engalana esta entrada.
Saludos y Hasta la Próxima!



