Esto de hacer plantón por la vida a veces resulta refrescante, cuando uno mira con otros ojos el camino se encuentran pepitas de sabiduría únicas.
Ayer entrevisté a Eugene A. Cernan. Quizás a muchos no les diga nada ese nombre, pero fue astronauta, y estuvo en la Luna a bordo de la nave Gemini-9A.
Quiero compartirles algunas de las grandes cosas que un hombre del espacio puede contar al mundo.
Espero que lo encuentren interesante
Elmer: Buen día Eugene, un placer tener la oportunidad de charlar con usted, bienvenido a la Ciudad de México.
Eugene: Gracias, México es una ciudad hermosa, no la había visitado antes, pero apenas sobrevolarla se da uno cuenta de por qué es una de las urbes más importantes del planeta, encantado de estar con ustedes.
(Primero conversamos con Eugene acerca de la edición especial del reloj Speedmaster de Omega, el cual vino a promocionar a México, obviaremos la parte comercial para ir de lleno a su experiencia en el espacio)
Elmer: Eugene, no puedo ni siquiera imaginarme lo que es estar en el espacio, mucho menos tener el pie puesto en otro cuerpo celeste, cuéntenos ¿Cómo es estar en la Luna?
Eugene: Es una sensación sobrecogedora... única... no hay palabra en ningún idioma que lo defina... la Luna en sí, es solamente piedras y arena, una arena blanca, como la que se usa para la construcción, pero eso no es lo importante... lo importante es que estás acostumbrado a mirar al cielo y mirar los astros, el Sol, la Luna... fue una sensación irreal mirar a un Sol que no deslumbra, y mirar sobre tu hombro y ver esa preciosa joya azul intenso brillar en la negrura del espacio.. no oscuridad, el espacio no es oscuro, es una negrura absoluta, como cuando estás en un cuarto cerrado sin nada de luz, así es el espacio... y esta bella joya azul, incrustada en medio de lo negro... un sentimiento de humildad indescriptible.
Elmer: Que poética descripción, la Tierra como una joya...
Eugene: Una joya si, una muy hermosa, asi se ve desde el espacio, irradia luz, irradia energía, irradia intensidad... y no se ve plana, se ve en tres dimensiones, parece que con solo extender tu mano podrías tomarla en la palma... yo creo que cuando Dios creó al mundo, en realidad lo que quiso hacer fue regalarse una joya, creó la más hermosa, la puso en el mejor aparador, le dio una luz potente y la llenó de vida.
Elmer: ¿Qué sensación le deja a un ser humano el estar de pie frente al lugar que le dio vida?
Eugene: ¿Sabes? en esos años éramos los ácidos rivales de los Soviéticos, en el programa espacial se nos enseñaba que quién conquistara el espacio, podría tener ventaja en una eventual guerra; estábamos en la Guerra Fría.. la carrera contra los soviéticos, más que por el espacio, era por la tecnología necesaria para poder enviar bombas atomicas desde el espacio, lo que permitía virtualmente atacar cualquier parte del globo con el famoso "boton rojo", por ello se nos educaba de manera que teníamos que considerar al resto del mundo como enemigos potenciales, especialmente los Soviéticos; pero estando ahi de pie admirando la Tierra, quizás no me lo creas, quizás te rias, pero de todos modos te lo contaré, estando ahi arriba, sentí que "alguien" estaba en mi cabeza, y ese "alguien" me decía en la mente: "¿Ves a tus enemigos?, ¿Ves las fronteras? ¿Ves las banderas? ¿Escuchas los idiomas? ¿Notas los colores de la piel?" yo contesté NO, y ese alguien me dijo "¿Cómo se ve? ¿Qué diferencia encuentras?" y yo contesté Nada, todo es lo mismo, y ese alguien me dijo "Todo es lo mismo, no hay diferencia, Sean hermanos".
Creéme o no... pero yo sé que Dios con el nombre que le quieras poner, o en la religión que lo quieras ubicar, se paró a mi lado me tocó el hombro y me habló al oido. Tras esa revelación divina, de que nacimos para ser hermanos, rompí en llanto.
Elmer: Dios hablando con un astronauta... quién lo hubiera pensado.
Eugene: Tendemos a creer que Dios está en otra dimensión, que está en el paraíso sentado en su silla dorada juzgando todo y esperando el fin de los tiempos... Mentira... Dios esta apenas unos metros por encima de nuestras cabezas, siempre vigilante, cuidándonos, atento a nuestras necesidades, somos su más grande creación, como ya he dicho, su joya más fina, por lo tanto siempre está admirando esa bella joya. De hecho, el estar ahi en la inmensidad del espacio me hizo saber realmente donde estaba, no estaba en la Luna, al lado de una nave espacial, no estaba en otro planeta, como yo le llamo a la Luna, estaba parado frente a la puerta principal de la casa de Dios, con miles de preguntas y sin una sola que lograra articular, si Dios hubiera abierto la puerta y hubiera dicho Gene, ¿que quieres saber?, no habría sabido que hacer...
Elmer: Toda una experiencia mística esto de viajar a la Luna, al menos para usted
Eugene: Si tuviera los recursos, llevaría a cada humano a la Luna, los pararía a mi lado y los pondría a admirar esa hermosa nave espacial en la que vivimos, se que si se pudiera hacer... con solo 5 minutos admirando el sobrecogedor poder que irradia la Tierra, la conciencia de este planeta cambiaría y la vida sería muy diferente.
Elmer: Y sin embargo, estamos más empeñados en conquistar otros mundos, antes que pensar en este.
Eugene: Es que es la naturaleza humana, somos curiosos por naturaleza, preguntamos los por qué de todo... queremos saber de donde venimos, a dónde vamos... entonces la naturaleza curiosa del ser humano es lo que nos da sentido y propósito, nunca vamos a saber como era Marte hace millones de años, ni nunca sabremos como se ve el Sol o que temperatura tiene la Luna mandando un robot, o una computadora... se necesita que la experiencia corra a través de una mente humana que sea capaz de tocar las texturas, ver los colores, sentir las temperaturas, y plantear las preguntas adecuadas... eso no se logra con una cámara en un robot, mientras el ser humano monitorea desde el Centro Espacial, así no funcionan las cosas, hay que tener la vivencia humana... conocer porque Marte es un cuerpo casi estéril después de que hay evidencias de que pudo ser como la Tierra, quizás nos ayude a evitar matar nuestro propio planeta, pero eso no nos lo va a decir un robot, se necesita que un ser humano esté de pie en Marte y diga "No debe suceder en la Tierra", solo así se logra la conciencia adecuada.
Elmer: ¿Entonces de acuerdo a su opinión llegaremos a otros planetas?
Eugene: Por supuesto! Mírame, estuve en la Luna, y no fui el primero eh? Estados Unidos ha reactivado las misiones a la Luna, esperamos volver ahí para el año 2015, pero no dos o tres días como yo estuve, el plan es hacer estudios más a fondo, lograr establecer una base en la que podamos estar por semanas, incluso meses, y de ahí planear el salto a Marte. Te lo digo sin duda alguna, durante mi vida y la tuya, vamos a ser testigos de la llegada del hombre a Marte. A tus hijos, a mis nietos les va a tocar viajar al espacio, desgraciadamente a ti y a otras personas no, porque hoy por hoy la tecnología no es tan avanzada y salir al espacio aún es muy, muy caro, pero para las siguientes generaciones, será algo de todos los días.
Estados Unidos creo, liderará estos esfuerzos, pero ya no hay Guerra Fría, y creo que la conquista del espacio por fin será una empresa de la humanidad, al estilo de la Estación Espacial Internacional, en la que varios países suman esfuerzos, recursos y personal, y mira el éxito que está teniendo, entonces creo que el paso lógico será ir a Marte, colonizarlo... y después, quizás en 200 ó 300 años, estemos hablando de misiones a otros planetas fuera del sistema solar, e incluso a otras galaxias.
Elmer: Una visión muy esperanzadora del futuro espacial.
Eugene: Y de la humanidad.... Vuelvo a repetirte, estuve en la Luna, fuí allá y la llamé mi hogar
cuando probablemente la mitad de tu audiencia ni siquiera había nacido, estuve en otro planeta antes de que muchas de las personas que ven este programa estuvieran en este mundo, entonces ¿que es imposible? ¿hay algo imposible? Si podemos soñarlo, podemos crearlo... no hay límite más que este (señala su cabeza), estoy completamente seguro que la exploración espacial nos dará una nueva visión del mundo y borrará muchas de las diferencias y prejuicios que hoy día nos empeñamos en ver donde realmente no existen, creo que nos unirá como raza, como humanidad.
Elmer: Nada más inspirador para concluir esta entrevista... Eugene, un placer y un honor conversar con usted ¿Hay algo más que considere apropiado agregar?
Eugene: A los jóvenes de tu audiencia: sigan soñando... y materialicen los sueños, en el futuro, los viajes espaciales van a necesitar gente talentosa y soñadora, no importa si son de México, China, Estados Unidos, Canadá o Sudáfrica, si tienen el potencial, irán a las estrellas.
Elmer: Eugene, muchas gracias
Eugene: Gracias a ti
viernes, octubre 05, 2007
DE DIOS Y DEL MUNDO.
Publicadas por
Elmer Homero
a la/s
11:00 a.m.


